por Carlos Calderón Cardoso El Mexico Union Cricket Club fundado por ingleses en 1827, es el club deportivo veterano de México, sin embargo, hasta 1901 no se juega otro deporte que no sea el cricket,
por Carlos Calderón Cardoso
El Mexico Union Cricket Club fundado por ingleses en 1827, es el club deportivo veterano de México, sin embargo, hasta 1901 no se juega otro deporte que no sea el cricket, por lo que el Reforma Athletic Club fundado en 1894 y en donde se practicaba desde el tenis, el atletismo, hasta el golf y el mismo cricket, se consideraba el más antiguo multideportivo del país.
Esto, sin embargo, no es exacto. En 1892 –aunque de vida efímera– surgió un club en la capital del país, en el que se desarrollaron varios deportes, incluyendo el futbol: El Mexican Athletic Club, que abrió sus puertas el 9 de octubre de ese año, justo en el lugar en donde dos años más tarde tendría su primer sede el Club Reforma y que fue anunciado en la prensa mexicana semanas atrás, dando como fecha de apertura el 2 de octubre, que finalmente se movió una semana, para que pudiera asistir un personaje distinguido de la vida política y social mexicana: Porfirio Díaz Ortega.
El Club, compuesto por parte de la alta sociedad de la capital, tanto mexicanos como ingleses y estadounidense, tuvo una verbena deportiva el día de su inauguración. La crónica de la misma, recogida por el diario El Universal del martes 11 de octubre de 1892 en su página 3, menciona el “hermoso aspecto (que) ofrecía el domingo en la tarde la calzada de la Reforma. Vista desde el límite en que se yergen como fantasmas negros, los atletas egipcios del Sr. Cazarín…” refiriéndose a los mal llamados Indios Verdes, que por aquellos años engalanaban la entrada de Paseo de la Reforma y que después ocuparon otros sitios, hasta quedar en su lugar actual, en el Parque el Mestizaje, a la salida norte de la ciudad de México. La reseña continúa haciendo referencia a los gendarmes del Municipio que cuidaban el momento –no sea que se les fuera a colar algún indeseable del pueblo– mientras los carros de riego empapaban el lugar para que la tierra y el polvo no molestara a los distinguidos invitados al evento.
La gran inauguración del reluciente Club deportivo, se dio justo a las 4 de la tarde. El lugar, adornado con aspectos mexicanos, en donde sobresalía un águila hecha de rosas blancas, geranios rojos y verdes y con alas abiertas, parecía cuidar todo desde las alturas.
Había también banderas mexicanas y diversos arreglos florales. Una banda militar dio por iniciado el desfile hacia aquel lugar y posteriormente, tras el paso de las bellas damas, comenzó la justa deportiva, desde carrera a tres pies y otras de ponis, con la participación de grandes personajes del porfirismo, como los Braniff y los Liceaga, ingleses como los White y los Honney, hasta llegar al “divertido y difícil juego de FootBall”. “Este juego –dice la crónica– consiste en la disputa de una pelota por dos partidos (equipos) contrarios que se dividen el campo…”
Si ya de por si el momento que estamos narrando es histórico, por la disputa de un partido de fútbol en la ciudad de México en 1892, con la inauguración de un Club que es poco o nada mencionado en las crónicas posteriores, sumemos además que en este encuentro de fútbol participó como uno de los jugadores, el hijo del político más importante de nuestro país, el vástago del presidente de la República, Porfirio Díaz, o “Porfirito” como le decían los amigos de su padre.
Deodato Lucas Porfirio Díaz Ortega era el nombre completo de este personaje, nacido en 1873, militar de carrera y futuro ingeniero, quien jugó en ese encuentro, acompañado en el equipo rojo por amigos suyos, como Thomas R. Phillips, quien sería de enorme importancia en la creación del Reforma Athletic Club; Jorge Gibbon, fundador de la Mexican Portland Cement Company apenas dos años atrás; W. White, R. Márquez, Jorge Braniff Ricard y otros más del clan porfirista.
Mientras que el equipo azul, tuvo en sus filas a Ricardo Honney, Oscar Braniff, James Lawrenzano, F. Lohse, Zubieta, el organizador del mismo, el británico Mac Ausland, quien era también gran jugador de críquet y otros tantos. La división de los equipos en colores rojo y azul no fue fortuita, así se hacía desde hace años en los encuentros de criquet que se venían jugando de mucho tiempo atrás en el campo de Nápoles, por la zona de Tacubaya y en otro terreno también de Paseo de la Reforma, más cercano a Chapultepec y que ocupaban justo estos tonos para diferenciar a los participantes.
Porfirito, cuarto hijo del general Porfirio Díaz y próximo a cumplir los 18 años de edad cuando se verificó el partido de fútbol en Paseo de la Reforma. La inauguración del nuevo club se había aplazado una semana, debido a que él se encontraba realizando unas pruebas en el Colegio Militar de Chapultepec, bajo el mando del general Juan Villegas y la ferrea disciplina castrense, no perdonaba falta u otorgaba permisos, no importando que fuera el hijo del presidente.
La participación de Díaz Ortega en el encuentro, viene a magnificar este momento de la historia del fútbol en la capital del país, que además se realiza un mes antes del dato más antiguo que tenemos de la creación del Pachuca Fútbol Club, considerado como cuna del fútbol en México. Lamentablemente, la crónica no trae el resultado del partido, sería interesante saber si Díaz logró o evitó alguna anotación.
En noviembre del mismo año, el Mexican Athletic Club, ya sin la participación del joven Díaz, se enfrentó a un equipo que conformó el London Bank Anglo-American y al final de la nota, que apareció en el diario Two Republics, se hace mención que esperan enfrentar al Pachuca Athletic Club.
Se desconoce si el hijo del caudillo y presidente de México, el joven Porfirio Díaz Ortega volvió a tocar un balón de fútbol o si éste le cambió en algo la vida, sin embargo, a quienes gustamos de este maravilloso deporte, nos ayuda a escribir una nueva página de la historia del fútbol mexicano.