por American Association for the Advancement of Science (AAAS) Según un nuevo estudio, cuando los eventos agudos de El Niño se vuelven más frecuentes, ocurriendo cinco o más veces por siglo, los ecosistemas costeros del
por American Association for the Advancement of Science (AAAS)
Según un nuevo estudio, cuando los eventos agudos de El Niño se vuelven más frecuentes, ocurriendo cinco o más veces por siglo, los ecosistemas costeros del Pacífico oriental experimentan una dramática renovación faunística. Las conclusiones, obtenidas a partir de un registro de 12.000 años de restos de aves y peces excavados del yacimiento óseo de Escorpiones en el noroeste de Baja California, proporcionan nuevos conocimientos sobre cómo El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) da forma a las comunidades ecológicas costeras y revela un punto crítico de inflexión que podría tener importantes implicaciones para comprender los cambios en los ecosistemas futuros de la región.
ENOS es una importante fuente de variabilidad climática global. Se sabe que su fase de El Niño, caracterizada por el calentamiento de las temperaturas de la superficie del mar del Pacífico oriental y una intensa actividad de tormentas invernales y fuertes precipitaciones a lo largo de la costa del Pacífico de América, tiene profundos efectos en la dinámica de los ecosistemas. Durante estos eventos, el agua cálida evita el afloramiento habitual de aguas más frías y ricas en nutrientes a lo largo de la costa, causando disminuciones en el fitoplancton y el zooplancton, con enormes efectos aguas abajo en la población y distribución de muchas especies de peces, aves y mamíferos marinos.
Sin embargo, debido a la falta general de registros a largo plazo, es poco conocido el modo en que la variación de ENOS influye en la composición de la comunidad faunística costera en escalas de tiempo centenarias o milenarias. Dado que se espera que los eventos de El Niño se vuelvan más frecuentes por el cambio climático, comprender esta relación es crucial para pronosticar cambios ecológicos a largo plazo en el futuro.
Utilizando un registro de 12.000 años de huesos de animales y restos recuperados del sitio de Escorpiones y un registro geológico de alta resolución de la variabilidad de ENOS del lago Pallacocha en Ecuador, Jack Broughton y sus colegas evaluaron el impacto de la variabilidad de El Niño en las comunidades bióticas costeras. Broughton et al. encontraron que cuando El Niño era menos frecuente, especialmente entre hace 5000 y 7000 años, la fauna costera (peces y aves) presentaba una elevada variabilidad y la actividad humana antigua era alta.
Sin embargo, cuando los eventos de El Niño se volvieron más frecuentes, concretamente más de cinco por siglo, la diversidad de peces disminuyó mientras que aumentó la diversidad de aves y disminuyó la actividad humana, lo que indica un punto de inflexión ecológico entre las distintas comunidades. «A El Niño a veces se le llama ‘the naughty child’ (el niño travieso) debido a los desastres causados por el clima que a menudo trae consigo», escriben Daniel Sandweiss y Kirk Maasch en un artículo de Perspective relacionado. «Si el pasado es la clave del futuro, estudios como el de Broughton et al. ofrecen herramientas para predecir mejor lo que este travieso niño puede hacer en los próximos siglos».